Se realizó una evaluación de la Guía de diabetes juvenil incluida en la resolución 412 de 2000 y se determinaron los puntos para actualizar, completando las preguntas que guiaron la búsqueda sistemática de la literatura. Se realizó una búsqueda electrónica en la biblioteca COCHRANE donde se revisaron los resúmenes y textos completos de la bases de datos de revisiones sistemáticas, así como también el registro de experimentos clínicos controlados (ECC). Además, se realizó una búsqueda en la Biblioteca Nacional de los Estados Unidos (MEDLINE) desde 1996 hasta la fecha y LILACS desde su aparición hasta junio de 2005. Se seleccionaron artículos en inglés o espa- ñol de revistas sometidas al proceso de revisión por pares. Se priorizaron metaanálisis, experimentos clínicos controlados, y guías de práctica clínica relacionadas. También, se incluyeron estudios observacionales y referencias sugeridas por los expertos en aspectos en los que no se dispone evidencia ya que son considerados como estrategias de buena práctica clínica y son difí- ciles de evaluar por medio de ECC, ya que se expondrían los sujetos a un riesgo inadmisible.
Se realizó un análisis cualitativo de la información ponderado por la
calidad metodológica, tanto de las fuentes primarias como del soporte bibliográfico
de revisiones y consensos, para elaborar las conclusiones, en grados
de evidencia, la búsqueda se complementó con una manual en artículos
de revisión, narrativas y los consensos de la Asociación Americana de Diabetes
(ADA), la Federación Internacional de Diabetes (IDF) y la Asociación
Latinoamericana de Diabetes (ALAD) con su Grupo de Estudio Latinoamericano
sobre Diabetes en el Niño y el Adolescente (GELADNA).
Para minimizar los sesgos de publicación, se adelantaron averiguaciones
con autoridades académicas en busca de información no publicada. Para
elaborar las conclusiones que soportan la presente actualización se realizó
un análisis cualitativo de la información ponderado por la calidad metodológica,
tanto de las fuentes primarias como del soporte bibliográfico de
revisiones y consensos, en grados de evidencia y niveles de recomendación
utilizando la metodología de clasificación de la evidencia de la Universidad
de Oxford.
Grados de recomendación y niveles de evidencia
A lo largo del documento se citará la evidencia enunciando primero el
grado de recomendación y luego, el nivel de evidencia, por ejemplo: grado
de recomendación A, nivel de evidencia 1: (A1).
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